viernes, 14 de noviembre de 2014

Una estrella logra escapar de un agujero negro.

Una estrella vive un momento terrible del que sale airosa, pero con ello pagó un precio. Los científicos fueron testigos del instante en el que tuvo la gran suerte de escapar de un agujero negro supermasivo , recibió una gran dentallada, pero logró zafarse de él.

Ocurrió a 650 millones de años luz, en una galaxia cercana fuera del supercúmulo de Laniakea, al que pertenece nuestra galaxia, la Vía Láctea y los astrónomos de Ohio State University los que presenciaron el momento en el que el agujero negro le dio un mordisco del tamaño de Júpiter, pero no pudo tragarla entera.
Su inmensa gravedad no pudo con ella, librándola de acabar triturada en su convulso estómago.

Nunca se vio tan de cerca.  Se trata de un acontecimiento jamás observado por la ciencia a una distancia cercana. Bautizado técnicamente como“Evento de disrupción de marea”. Los científicos pudieron ver la llamarada emitida en el momento del mordisco gracias a la cantidad de energía liberada. Según sus cálculos el agujero negro se tragó sólo una pequeña parte de material estelar, alrededor de una milésima parte de la masa del Sol, igual a la masa de Júpiter.


Según las teorías actuales, los agujeros negros se tragan una estrella cada mucho tiempo, un periodo que oscila entre 10.000 y 100.000 años. Lo que se desconoce es si también suelen dar “bocados” a las estrellas pasajeras.




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